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Creías que los gatos solo dormían 16 horas al día y exigían comida premium. Pero resulta que algunos mininos —y sus amigos animales— han tenido trabajos oficiales, con cargos tan insólitos como adorables. Desde alcaldes felinos hasta bibliotecarios peludos, aquí tienes una lista que demuestra que el mundo está lleno de historias tan raras como reales.
Todo comenzó en Talkeetna, un pequeño pueblo de Alaska, donde los vecinos estaban tan decepcionados de los candidatos humanos que eligieron a un gato como alcalde. Stubbs fue electo en 1997 y se mantuvo «en el poder» por 20 años. Su oficina era una tienda general, y cada día recibía visitantes humanos que venían a ver al alcalde felino tomando su agua con catnip en copa de vino.
Un político con garra.
En el Reino Unido, el número 10 de Downing Street no solo alberga al Primer Ministro… también al Chief Mouser, es decir, el jefe de caza de ratones. Larry, un gato callejero rescatado, fue adoptado oficialmente y ha “servido” bajo varios gobiernos. Tiene reconocimiento oficial, fans en redes sociales y más estabilidad laboral que muchos humanos.
En Iowa, Estados Unidos, un gatito abandonado fue encontrado en el buzón de devolución de libros de una biblioteca pública. El personal lo adoptó y lo bautizó como Dewey Readmore Books (sí, en serio). Se convirtió en el rostro de la biblioteca, recibía a los lectores y hasta protagonizó un libro best-seller con su historia.
El verdadero guardián del silencio (cuando no se le caía un estante encima).
En una estación de tren en Japón, una gatita llamada Tama fue nombrada jefa oficial después de que su presencia atrajera a miles de turistas. Llevaba gorra de conductor, tenía uniforme personalizado y hasta oficina propia. Su impacto económico fue tan grande que revivió la economía local.
Una gata que puso el tren en marcha.
Aunque este no es felino, merece su lugar: en un centro de adultos mayores en España, un burro llamado Galleta participa como animal de terapia. Ayuda a reducir la ansiedad y la soledad. No tiene escritorio ni correo electrónico, pero su presencia mejora la vida de quienes lo rodean.
No es un gato, pero tiene un alma mansa.
En algunos monasterios ortodoxos griegos, los gatos cumplen un rol importante: controlar plagas y acompañar a los monjes. Tienen sus rutinas, nombres, y hasta reciben bendiciones. ¿Son empleados? No oficialmente, pero cualquiera que vigile los pasillos a las 3 a.m. merece su reconocimiento.
¿Sería crítico gastronómico? ¿Inspector de ventanas? ¿Jefe de Recursos Inhumanos?
La verdad es que muchos gatos ya tienen un rol muy claro en nuestras vidas: son los que mandan.
Nos recuerdan que los animales pueden ser mucho más que compañía: también pueden ser símbolos, líderes, terapeutas o estrellas. Y aunque sus cargos sean simbólicos, su impacto emocional y social es totalmente real.
Cuéntala en los comentarios. Y si tu gato “trabaja” mirando fijamente a una planta durante horas o reacomodando la alfombra con sus patas… también vale.
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Your point of view caught my eye and was very interesting. Thanks. I have a question for you.