Música

🌌 ¿Sabías que ya hemos enviado música al espacio?

La música tiene la capacidad de conmover, inspirar, y unir a las personas. Pero… ¿qué pasaría si también pudiera unirnos con civilizaciones de otros mundos? Aunque suene a ciencia ficción, ya hemos enviado música al espacio exterior, y es posible que esté viajando por el universo por toda la eternidad.

Esta historia comienza con una de las misiones más ambiciosas de la NASA: el lanzamiento de las sondas Voyager 1 y 2.

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El disco de oro: un mensaje para los extraterrestres

En 1977, la NASA lanzó al espacio dos sondas espaciales con el objetivo de estudiar los planetas exteriores del sistema solar. Pero sabían que, tras cumplir su misión científica, las sondas continuarían su viaje por el espacio indefinidamente.

Entonces alguien hizo una pregunta brillante:

¿Y si añadimos un mensaje para quien las encuentre?

Así nació el Golden Record (Disco de Oro), un disco fonográfico de cobre bañado en oro que contiene sonidos, imágenes y música seleccionados para representar la diversidad de la vida y la cultura en la Tierra.

Fue una idea del astrónomo Carl Sagan y su equipo, quienes creían que, si alguna vez seres inteligentes encontraban una de las Voyager, podrían aprender algo sobre nosotros.


¿Qué música contiene el disco?

El Disco de Oro contiene 27 piezas musicales de diferentes culturas y épocas, cuidadosamente seleccionadas para mostrar la riqueza de la experiencia humana. Aquí algunas de las más destacadas:

  • BachBrandenburgo No. 2 (música barroca europea)
  • BeethovenQuinta Sinfonía y Cavatina del Cuarteto de cuerdas
  • StravinskyLa consagración de la primavera
  • Chuck BerryJohnny B. Goode (rock and roll estadounidense)
  • Música tradicional de Japón, Australia, Perú, Senegal, y más.

Incluso incluye cantos ceremoniales de los navajos, tambores africanos, y canciones folclóricas de todo el mundo. Un verdadero viaje musical interplanetario.


Además de música, ¿qué más contiene?

El disco también lleva:

  • Saludos en 55 idiomas (desde “Hola” hasta “¡Paz y larga vida!”)
  • Sonidos de la Tierra, como olas, truenos, risas, pasos, un beso…
  • Imágenes: desde estructuras del ADN hasta monumentos y paisajes
  • Un mensaje grabado de la ONU y del presidente Jimmy Carter

Es, en cierto modo, una cápsula del tiempo interestelar que intenta capturar lo que significa ser humano.


¿Hay alguna posibilidad de que alguien lo escuche?

La posibilidad es increíblemente baja, casi nula. Las sondas viajan a una velocidad impresionante, pero el espacio es inmenso. Sin embargo, si alguna civilización avanzada se cruzara con una de ellas, el disco incluye instrucciones para reproducirlo.

Carl Sagan lo resumió así:

“Este disco es como una botella lanzada al océano cósmico.”

La esperanza no es tanto que alguien lo encuentre, sino que nosotros nos atrevamos a imaginar que no estamos solos.


¿Dónde están las sondas ahora?

En 2025, la Voyager 1 ya está a más de 24.000 millones de kilómetros de la Tierra, y sigue enviando datos. Es el objeto humano más lejano del planeta.

Eventualmente, dejará de transmitir, pero el disco seguirá viajando por el vacío del espacio, intacto por millones (o miles de millones) de años.


¿Por qué música?

La música es universal. Aunque nadie en otro planeta entienda nuestros idiomas o símbolos, las vibraciones, los ritmos y las armonías podrían ser interpretadas como un patrón, algo organizado.

Es posible que una inteligencia alienígena no entienda la letra de Chuck Berry, pero sí note que se trata de una creación artificial y emocional. En ese sentido, la música se convierte en el idioma del alma humana, más allá de la barrera de los mundos.


¿Y tú? ¿Qué canción enviarías al espacio?

Es fascinante pensar que, allá afuera, entre estrellas desconocidas, nuestra música flota silenciosamente, como un eco de nuestra existencia. Tal vez algún día alguien —o algo— la escuche… y baile.

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